Ciudad de México.- Las remesas a México tuvieron en junio su caída más profunda desde septiembre de 2012 a tasa anual, y analistas prevén que empezarán a mostrar una tendencia descendente tras años de crecimiento sostenido.
Estos flujos de dinero cayeron 16.20% a 5,201 millones de dólares, según cifras originales publicadas por Banxico este viernes.
Se trata además del tercer mes al hilo con caídas a tasas anuales, algo que no pasaba desde el periodo entre febrero y junio de 2013, cuando las remesas cayeron a tasa anual durante cinco meses seguidos, destacó el grupo financiero Base en un análisis.
Frente al periodo previo, las remesas retrocedieron 2.96% luego de haberse expandido 12.5% en mayo.
En el primer semestre del año, los envíos a México sumaron 29,576 mdd, una caída de 5.60% a tasa anual.
Con cifras desestacionalizadas, las remesas en junio cayeron 17.27% anual, la contracción más amplia desde octubre de 2009, y en el acumulado del primer semestre la caída fue de 1.86% anual.
Respecto al mes previo, los envíos retrocedieron 2.33% según cifras ajustadas por estacionalidad.
Banxico reportó en un comunicado que la caída de las remesas en junio fueron reflejo de disminuciones de 14.3% anual en el número de envíos, y de 2.2% en el valor de la remesa promedio.
El número de remesas pasó de 14 millones 825 en junio de 2024 a 12 millones 705 en junio pasado, mientras que la remesa promedio bajó de 419 a 409 dólares.
“Este retroceso en un canal clave de financiamiento externo representa un riesgo creciente para el consumo privado, particularmente en regiones altamente dependientes de estos flujos”, consideró Valmex Casa de Bolsa en un análisis.
Este grupo financiero explicó que al ajustar por tipo de cambio e inflación, las remesas registraron en junio una caída real de 16.1% anual, lo que marcó la primera disminución en términos reales desde mayo de 2024.
Agregó que la contracción obedeció a una combinación de menores ingresos en dólares y mayores presiones inflacionarias internas, que han erosionado el poder adquisitivo de estos flujos de dinero.
“El ajuste real refuerza la señal de deterioro en el ingreso disponible de los hogares receptores, lo que podría traducirse en una menor capacidad de consumo en los meses siguientes”, manifestó.
Apuntó que tras años de crecimiento sostenido, los ingresos por remesas comienzan a mostrar una tendencia descendente este año, marcando un posible punto de inflexión luego del máximo histórico de 2024.
Este cambio, precisó Valmex, sugiere la terminación de un ciclo expansivo que se extendió por más de una década, y que había contribuido de manera importante al ingreso de divisas y al consumo en regiones del país.
Opinó que la caída parece el inicio de una etapa de ajuste más prolongada, en la que las familias mexicanas podrían enfrentar menores apoyos desde el exterior y anticipa un menor impulso externo para la economía mexicana en los próximos meses, con efectos más visibles en las entidades con mayor dependencia de las remesas.
Prevén fin de racha de crecimiento de remesas
BBVA México añadió en un análisis que desde su recuperación en 2014, el flujo de remesas ha registrado una racha de 11 años consecutivos de crecimiento, que muy probablemente llegará a su fin en 2025.
Sostuvo que las recientes acciones y políticas migratorias del gobierno de Donald Trump solo afectan marginalmente la caída de las remesas al país, flujos que han mostrado signos de incertidumbre durante los últimos 20 meses, una tendencia que comenzó a observarse desde noviembre de 2023.
“Es decir, mucho antes de que el actual presidente Donald Trump se enlistara como candidato del Partido Republicano en las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos”, precisó.
Para BBVA, la caída en las remesas durante la primera mitad de 2025 se explica principalmente por una menor incorporación de nuevos migrantes mexicanos al mercado laboral estadounidense.
Particularmente dijo que en junio de 2024 las remesas crecieron 11.14% y registraron su máximo histórico con 6,207 mdd, por lo que el efecto base de comparación es uno de los principales factores que explican la caída de 12.13% en abril y el 16.20% en junio.
Grupo Base atribuyó la debilidad de las remesas a un mercado laboral de Estados Unidos con fuertes señales de enfriamiento y una actividad económica débil, lo que limita el crecimiento de los envíos.
Añadió que las remesas han sido afectadas en gran medida por el temor de la población indocumentada a ser deportada, por lo que las personas indocumentadas evitan salir a trabajar o realizar otras actividades.
Señaló que un factor que podría contrarrestar el deterioro de las remesas en los meses restantes del año sería que aumente el número de operaciones o su monto.
“Sin embargo, esto es poco probable en el contexto del endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos que desincentiva la búsqueda de empleo y la llegada de nuevos migrantes, a la par del fuerte deterioro del mercado laboral de Estados Unidos”, anticipó.