Durante un foro en el New York Economic Club, Jamieson Greer, representante de Comercio de Estados Unidos, advirtió que su país no aceptar extender ni renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si México no cumple con los compromisos del acuerdo vigente.
Greer señaló que en rubros como energía, telecomunicaciones, agricultura y otros sectores, México “no está cumpliendo con partes importantes” del tratado, y enfatizó que no tiene sentido hablar de reformas o extensiones si no se cumple lo establecido. Comentó que su gobierno ha dialogado con funcionarios mexicanos para evaluar de qué manera puede México ajustarse mejor al T-MEC, y añadió que espera tener claridad dentro del próximo mes para decidir si iniciar una evaluación formal.
El representante estadounidense también dejó entrever la posibilidad de que algunas negociaciones futuras con México se conduzcan de forma bilateral, en lugar de mantener siempre el formato trilateral con Canadá. Greer cuestionó por qué el acuerdo está empaquetado como trilateral si las relaciones entre EE. UU. y México presentan dinámicas muy distintas al vínculo entre EE. UU. y Canadá.
Por su parte, expertos entrevistados anticipan que cualquier negociación con México no se limitaría a temas comerciales: podrían incluirse aspectos del sistema judicial, electorales, de seguridad e institucionales. Según Craig Deare, exmilitar y analista de asuntos hemisféricos, la próxima agenda podría ser mucho más amplia que simples ajustes económicos.
Para que una eventual extensión del tratado entrara en vigor, tendría que ser aprobada por el Congreso de EE. UU., lo que significa que ya ha comenzado la elaboración de lista de demandas específicas por parte de legisladores, quienes plantean cambios en distintos ámbitos. En este contexto, la presión de Washington es clara: México debe demostrar antes de pensar en reformular el acuerdo.