CIUDAD DE MÉXICO.- México no logró dar elementos científicos a Estados Unidos que apoyen la decisión del gobierno de prohibir la importación de maíz transgénico para elaborar tortillas, de acuerdo con fuentes especializadas del sector agrícola.

En la reunión que convocó México la semana pasada para atender las consultas que solicitó el gobierno estadounidense al amparo del T-MEC por la prohibición al grano genéticamente modificado, los argumentos no convencieron, dijo el director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya.

«De lo que se sabe hasta el momento que sucedió en la reunión, los mexicanos no presentaron nada de elementos que muestren que hubo daño a los humanos por el consumo de maíz transgénico», dijo. Como se vence el plazo, puede ser que Estados Unidos pida a México una definición, agregó.

Se tiene conocimiento de que el gobierno mexicano «no ha mostrado nada científicamente», por lo que el gobierno de EU puede extender más las consultas o solicitar un panel de solución de controversias.

Anaya explicó que en la reunión llevada a cabo la semana pasada participaron las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, la de Medio Ambiente y el Conacyt.

De acuerdo con la publicación Agro-Pulse, la videoconferencia que organizó México fue encabezada por Alejandro Espinoza Calderón, titular de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), así como los especialistas de la UNAM, Ana Laura Wegier y Omar Arellano Aguilar.

Funcionarios y técnicos estadounidenses citados por dicha publicación dijeron que, en lugar de presentar evidencia científica, los expertos mexicanos ofrecieron una vaga explicación sobre la amenaza a la variedad de la planta y animales en México, y destacaron el derecho que tiene el país de tomar decisiones soberanas sobre lo que es y no es seguro.

El 6 de marzo pasado el gobierno de Joe Biden, a través de la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos, presentó a México una solicitud de consultas al amparo del tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por el decreto del 13 de febrero que prohíbe la importación de maíz para consumo humano.

A esa consulta se sumó Canadá en esa misma semana de marzo, siendo las reglas del T-MEC las que establecen que en los siguientes 30 días se lleve a cabo una reunión con las partes para que se defina una ruta de solución de común acuerdo, teniéndose hasta 180 días para que se solucione, aunque también se tiene la posibilidad de que los quejosos activen la solicitud de un panel de expertos que analicen el tema y den un fallo.