Mientras millones de niños en el Estado de México viven en confinamiento desde marzo de este año a causa de la pandemia, lo que ha generado consecuencias psicoemocionales como depresión y ansiedad, hay pequeños que no necesitaron un virus para vivir enclaustrados, con el simple hecho de tener menos de tres años y que sus madres estén acusadas de un delito, basta.

En los centros penitenciarios mexiquenses viven 58 menores de entre 0 y 3 años, quienes, de acuerdo con la Fundación Reinserta, lo hacen en condiciones precarias en materia de reinserción y constante violencia.

“Dentro de los factores que advertimos que violentan sus derechos humanos son: primeramente, el derecho a un desarrollo pleno, no tienen espacio suficiente para poder generar un desarrollo personal, carecen totalmente de atención médica especializada, hay menores recién nacidos que no han recibido siquiera las vacunas, también tenemos algunos menores que no tienen la atención de un pediatra, que no tienen acceso a una alimentación de acuerdo a su condición”, comentó Carlos Felipe Valdés Andrade, visitador General de Supervisión Penitenciaria de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM).

El visitador señaló que, si bien la CODEHM reconoce que la Secretaría de Seguridad del Estado de México, a través de la Subsecretaría de Control Penitenciario y de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social, pues se han hecho modificaciones importantes en la materia, no han sido suficientes.

“Reconocemos ese esfuerzo, y que además la comisión se está sumando precisamente para que podamos en conjunto, y a través de la coordinación institucional, lograr que estos niños y niñas que se encuentran al interior de los centros penitenciarios, pues garanticen sus derechos humanos. Como lo comentaba, hay algunos menores, no todos, que tampoco están registrados todavía y que bueno, tienen derecho a un nombre y tampoco cuentan con la infraestructura suficiente para que ellos puedan tener un desarrollo pleno”.

Hasta un 70 por ciento de los pequeños que viven dentro de los penales, nacieron ahí y actualmente existen 69 mujeres embarazadas.