El presidente de México defiende su gestión económica y celebra la creación de 50.000 puestos de trabajo tras la destrucción de un millón de empleos en los últimos cinco meses.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho este lunes que México ha iniciado la recuperación económica tras la crisis causada por la pandemia y afirmó que “si se compara a México con España, nos ha ido mejor a nosotros, ellos tienen una crisis económica y otra sanitaria”.
López Obrador celebró la fortaleza de la economía mexicana diciendo que en agosto se crearon 50.000 puestos de trabajo. Según el mandatario son buenos datos después de haber tocado fondo al encadenar cinco meses consecutivos (de marzo a julio) durante los que se perdieron 1.200.000 empleos a causa de la pandemia por la Covid-19.
López Obrador ha dicho que su Gobierno ha acertado en las recetas económicas, consistentes en inyectar dinero a las empresas para que mantengan su plantilla para frenar la hemorragia. El mandatario ha asegurado que en el último mes también ha crecido la inversión extranjera y criticó a sus adversarios. “Nunca nos van a reconocer nada”, ha dicho, y también criticó a los organismos financieros internacionales, “que guardaron silencio y ahora son jueces implacables”. “Funcionó nuestra estrategia de no hacer como siempre y atender arriba sino ayudar abajo y rescatar al pueblo para fortalecer el consumo y la economía popular para garantizar la paz y la tranquilidad”, insistió.
López Obrador no se refirió sin embargo a los muchos informes que señalan a México como el país de América Latina que más sufrirá la crisis económica del continente, con una caída cercana al 10% del Producto Interno Bruto o los que dicen que se duplicará el número de pobres en el país al final de su mandato, a pesar de que le preguntaron sobre ello.
Actualmente México es uno de los cuatro países del mundo con más fallecidos y esta semana gran parte del país se mantuvo en semáforo naranja y con la actividad económica parcialmente paralizada debido a que no se ha logrado frenar las casi 700 muertes diarias que se registraron la semana pasada.
Sin embargo, al optimista panorama económico dibujado, el mandatario añadió otra buena noticia: los avances en el descubrimiento de una vacuna mexicana contra la Covid. “Seré el primero en vacunarme”, ha dicho este lunes sobre un remedio que está todavía en fase experimental pero que prevé estará listo en noviembre. A partir de ahí, “pondremos los resultados en manos de Cofepris (Comisión federal para la prevención de riesgos sanitarios) y estamos preparándonos para que no haya demora”, anunció. “Tenemos que cerciorarnos que es efectiva la vacuna y que la fabriquemos rápido tanto en Argentina como en México que es el acuerdo”. “Para que no haya duda yo seré el primero en dejarme vacunar porque me importa mucho la salud del pueblo pero tenemos que conocer bien que sucede y garantizar que sea algo efectivo, universal y gratuito porque tenemos los recursos. Hay un fondo especial para ello porque no hay corrupción, ni lujos ni derroche en este Gobierno”, defendió.
Para la producción de la vacuna, el Gobierno mexicano colabora con la Fundación Slim que aporta “capital de riesgo”, ha dicho López Obrador. “Es una gran noticia (…) Nos consultaron y dijimos que sí, ha dicho en referencia a la Fundación del magnate de las telecomunicaciones que ha sido el primero en levantar la mano para encabezar en México la investigación y fabricación de forma masiva de un remedio contra el coronavirus”.
“Hay otras vacunas en China, Francia y Estados Unidos y Rusia (…) pero en este asunto no debe haber ideologías. Hay ideas, pero la salud es primero. Si Rusia o China tienen primero la vacuna y se demuestra que es eficaz para salvar vidas de inmediato estableceremos comunicación. Yo personalmente hablaré con el presidente de China o con Putin para tener la vacuna. Lo mismo haré con Estados Unidos, ya que tenemos muy buena relación con el presidente Trump”.
Otro de los temas abordados este lunes tiene que ver con el conocido como juicio del año, el que se sigue contra Emilio Lozoya, cercano colaborador y antiguo amigo del expresidente Enrique Peña Nieto. López Obrador pidió a los jueces tres cosas. La primera de ellas es que la fiscalía publique en redes sociales el video enviado por Lozoya en el que acusa a Peña Nieto y Luis Videgaray de corrupción “porque el pueblo tienen derecho a saber la verdad”. Pidió también que se recupere y devuelva a la petrolera paraestatal Pemex el dinero robado y, por último, ha dicho que hará una consulta popular para preguntar al pueblo si se debe o no procesar a los expresidentes Peña Nieto y Felipe Calderón, supuestamente citados en la denuncia de Lozoya que hasta ahora solo conoce completa la Fiscalía General.
En su conferencia de prensa de este lunes López Obrador ha trazado ya el rumbo mediático del que será uno de los grandes entretenimientos de su sexenio, el juicio a sus dos últios antecesores en el cargo. El presidente matizó que no quiere interferir en la justicia con sus peticiones. “Pero tego derecho a opinar”, zanjó.