El dinamismo de la actividad económica en México durante 2023 ha llevado a elevar las expectativas de crecimiento del PIB. Sin embargo, los factores que provocaron revisiones al alza perderán fuerza en 2024 y surgirán otros que frenarán el crecimiento, según las estimaciones del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Con base en los resultados de su encuesta de agosto, el Instituto destacó las mejoras en diferentes indicadores. Por ejemplo, la estimación para el PIB de 2023 pasó de 2.4 a 2.8 por ciento, mientras que el de la inflación al cierre de año pasó de 4.8 a 4.7 por ciento.

El pronóstico de número de empleos formales afiliados al IMSS se elevó de 600 mil a 627 mil 500 puestos y para el tipo de cambio, el cálculo bajó de 18.12 a 17.90 pesos por dólar para el cierre de 2023.

“Esto revela que el desempeño reciente en los indicadores de la actividad económica ha llevado a correcciones al alza en los pronósticos de 2023, pero no alcanzan para los de 2024″, destacó el presidente del IMEF, José Domingo Figueroa.

¿Cuáles son los pronósticos del IMEF para 2024?

Los pronósticos de crecimiento del PIB y de la inflación para el próximo año se mantuvieron sin cambios, en 1.8 y 4 por ciento, respectivamente.

Para el empleo formal, la previsión mejoró levemente de 545 mil a 550 mil puestos formales. En cuanto al tipo de cambio, el Instituto espera que cierre 2024 en 19 pesos por dólar.

2024 se vislumbra como “un año complejo” y, hasta el momento, no hay datos que indiquen que el pronóstico puede mejorar o empeorar, comentó Mario Correa, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

“Hay muchos factores de incertidumbre que te impiden adoptar un escenario más positivo, por ejemplo, el nearshoring, que al parecer en algunos sectores y regiones pudiera estarse dando en México, pero no lo ves todavía cristalizado en los pronósticos de 2024″, comentó.

El IMEF destacó que entre los riesgos internacionales están:

  • La desaceleración de la economía de China.
  • Los riesgos geopolíticos.
  • Los problemas fiscales de Estados Unidos señalados por Fitch.
  • La posibilidad de que la inflación tarde más en ser controlada cabalmente y tengan que recurrirse a nuevos incrementos en las tasas de interés.
  • La forma en que reaccionará el sistema bancario a un mundo de menor liquidez y mayor estrés financiero.
  • Una posible recesión en EU.