La Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem) ha cerrado más de 600 establecimientos comerciales durante la pandemia de Covid-19 por no acatar disposiciones sobre aforo, horarios y giros autorizados para funcionar. Más de 122 de esos negocios eran bares, cervecerías, antros e incluso salones de bailarinas nudistas que operaban clandestinamente.

La Coprisem, que cuenta con más de 270 inspectores que reciben apoyo de autoridades municipales, recorre zonas comerciales para verificar si se cumplen medidas dictadas por el gobierno mexiquense en cuanto al cierre de establecimientos, de acuerdo con el semáforo epidemiológico.

La Coprisem ha ordenado el cierre de gimnasios, salones de fiestas y centros de espectáculos; ha debido dispersar jaripeos, funciones de box y peleas de gallos que se realizaban sin medidas de prevención.

Los inspectores del organismo han detectado bares, antros y salones de table dance que operaban furtivamente luego de que ciudadanos denunciaron que los clientes entraban por puertas traseras, luego de proporcionar claves.

La Coprisem inició procedimientos administrativos contra los infractores que pueden implicar desde una multa equivalente hasta a mil unidades de medida y actualización hasta la clausura definitiva.

Agentes municipales también realizan rondines para disolver fiestas, reuniones o eventos clandestinos. Según la Secretaría de Salud mexiquense, los ayuntamientos desactivan en promedio entre 80 y 100 fiestas cada fin de semana.

Las demarcaciones con mayor incidencia de irregularidades son Ecatepec, Nezahualcóyotl, Coacalco, Toluca y Tultitlán, que además concentran el mayor número de suspensiones de establecimientos junto con Lerma, San Mateo Atenco, Valle de Bravo, Chimalhuacán, Zumpango y Tizayuca.