Las fuerzas armadas mexicanas desplegaron a casi 30 mil elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional para frenar las olas migratorias que vienen de Centroamérica con personas que buscan llegar a Estados Unidos, mediante “cuatro líneas de contención” establecidas en distintos puntos de territorio nacional.

De acuerdo con informes de la Secretaría de la Defensa Nacional, presentada en las mesas de seguridad del gobierno federal, las cuatro líneas se encuentran en Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y la última en la frontera norte. En total, 28 mil elementos militares integran cada una de esas líneas defensivas.

Hasta el momento, su operación ha permitido la detención de 48 mil migrantes centroamericanos, según estadísticas de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, en el primer trimestre de 2022. El mismo informe detalla que los migrantes detenidos y repatriados son principalmente de El Salvador, Guatemala y Honduras, y en menor medida Nicaragua.

De acuerdo con la información presentada en el informe mensual de seguridad, la primera línea se ubica en toda la frontera sur de Chiapas, Tabasco y Campeche, colindantes con Guatemala, así como la de Quintana Roo con Belice.

El segundo muro abarca la zona del Istmo, es decir todo el sur de Oaxaca y Veracruz, atravesando todo el territorio de ambos estados, que es hacia donde se dirigen los migrantes que libraron el primer cordón de seguridad.

El tercero parte por la mitad el territorio nacional y es la última oportunidad de detención para evitar la travesía hacia el norte del país.

Esta línea de contención inicia en el Golfo de México, en Veracruz, y vigila parte de Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y la zona sur de Guerrero.

A partir de este filtro de seguridad, los migrantes ya no enfrentan operativos especiales sino hasta llegar a la frontera con Estados Unidos en donde se encuentra el último despliegue militar contra la migración irregular.