La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el Estado de México advirtió que por el recorte de horario en los establecimientos a partir de este lunes, como lo determinó el gobernador Alfredo del Mazo, se podrían cerrar entre diciembre y enero 10 mil restaurantes y se perderían 50 mil empleos directos.

Antes de la pandemia se tenían registrados 70 mil restaurantes que generaban 340 mil empleos directos. Sin embargo, hasta el momento han cerrado definitivamente 10 mil unidades, con una pérdida de, al menos, 50 mil empleos directos y se estima una afectación de más de 30 mil millones de pesos para el sector en la entidad mexiquense.

En un comunicado, la agrupación que preside Mauricio Massud Martínez, se especificó que la industria ha sido empática con las autoridades que tratan de reducir los contagios de coronavirus y las hospitalizaciones, pero la medida anunciada por el mandatario mexiquense lastima la ya deteriorada economía.

Esa disposición afecta a cientos de familias, así como a los meseros, cocineros, ayudantes, parrilleros, cajeros, porque dejan de recibir propinas, las cuales son un recurso muy importante para mantener a sus familias, expuso la Canirac.

También se afecta a la cadena productiva que está detrás de los restaurantes, como son los proveedores locales que venden a estos lugares -panaderos, tortilleros, productos agrícolas- que dejan de recibir pedidos.

“Si se mantiene el horario de operación hasta las 17 horas se podrían cerrar de aquí a enero otros 10 mil restaurantes y se perderían 50 mil empleos directos. Ya que los horarios de restaurantes en desayuno son de 8:00 a 1:00 pm, las comidas de la 1:00 a las 9:00 pm, donde en este horario abren el 60% de los restaurantes y las cenas de las 9:00 pm a las 2:00 am, las cuales representan el 45% de las ventas y que en esta pandemia prácticamente han sido nulas”, dijo la asociación.

Los restaurantes tuvieron que utilizar sus ahorros para hacer frente a sus gastos y compromisos adquiridos. Las negociaciones particulares que se hicieron con proveedores o arrendatarios ya llegaron a su fin y tienen presión por ponerse al corriente, expuso.

“Los restaurantes no son fuente de contagio como lo tiene registrado el gobierno del Estado de México, el problema se encuentra en las fiestas masivas, reuniones privadas de más de 10 personas, incluso el transporte público y lugares con grandes concentraciones como tianguis o incluso el comercio informal”, señaló la Canirac.

Los restaurantes son aliados de las autoridades, aseguró, pues presentan una oferta responsable tanto para la gente que tiene que salir a trabajar como aquella que quiere cuidarse y no asistir a reuniones masivas.

«En esta época, se están registrando mayores reuniones: brindis navideños, posadas y fiestas que se llevan a cabo en la noche. Si los restaurantes cierran, la organización de estos eventos se va a trasladar a los hogares donde no hay ninguna medida. Esto podría perjudicar aún más a las personas vulnerables”, alertó la agrupación.

La Canirac hizo una “llamada de auxilio” al gobernador Mazo Maza para que permita mantener los horarios con los operaba esa industria para salvar del desempleo a miles de trabajadores que actualmente viven en la zozobra por la posibilidad de que se cierren sus fuentes laborales, lo que afecta su futuro y el de sus familias.