“¡Si no morimos por el virus, moriremos de hambre!”, “¡necesitamos trabajar!” clamaron más de 300 trabajadores y propietarios de verificentros del Estado de México, quienes bloquearon el cruce de las avenidas Gustavo Baz y Mario Colín, frente a las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente mexiquense, donde les respondieron que será la Secretaría de Salud las que determinen la apertura.

Los 126 verificentros mexiquenses “hemos permanecido cerrados cuatro meses del primer semáforo rojo en 2020 y el último mes, lo que ha representado estar casi medio año sin ingresos”, afirmó Juan Pablo Pérez Pereira, de la Asociación de Verificentros en la entidad.

“Nos pega este cierre, porque verificentros de la Ciudad de México, Morelos e Hidalgo están trabajando, ¿por qué nosotros no?”, cuestionaron y gritaron frente a las oficinas de la Secretaría de Medio Ambiente, donde mantuvieron un bloqueo por tres horas.

Ante la protesta, autoridades de Medio Ambiente sostuvieron una reunión virtual con dueños, representantes, gerentes y trabajadores de los centros quienes ratificaron su petición de abrir.

Autoridades de la Dirección General de Prevención y Control de la Contaminación Atmosférica informaron que están “en espera de las disposiciones que las autoridades de Salud determinen, en los próximos días se comenzará con los preparativos para calibrar y preparar los equipos de verificación para reanudar la actividad”.

La reapertura, en caso que así se determine, “se deberá seguir con las medidas de mitigación y prevención de contagios tales como programar cita, el uso de cubrebocas, sana distancia, permitir el acceso a una sola persona para verificar y el uso de gel antibacterial, principalmente”.

Para evitar aglomeraciones en los centros de verificación, se trabaja en un calendario de verificación vehicular que permita una distribución homogénea para la atención del parque vehicular emplacado en el Estado de México, prevaleciendo en todo momento la sana distancia.

Sin quincena 

A su vez, trabajadores de los verificentros reiteraron que dependen de su trabajo para vivir. “Llevamos cuatro meses de la primera pandemia y un mes de este semáforo rojo, casi medio año parados. Aquí hay mucha gente que está sin percibir una quincena. El gobierno te cobra impuestos luz, agua, predial, además de seguros. Nosotros no tenemos ni un subsidio por parte de ellos”, expuso Juan Pablo Pérez en entrevista.

En total son más de 2 mil 500 trabajadores afectados de los 126 verificentros del Estado de México, los que no tienen ingresos, afirmó el dirigente, quien dijo que su petición debe ser escuchada por el gobernador Alfredo del Mazo Maza.

“Nosotros cumplimos con un estándares de calidad, higiene y distancia, como no tienen idea. Los verificentros mexiquenses son espacios abiertos la mayoría. Nos controlamos con citas a 30%. Nuestro parque vehicular por día apenas son 70 carros, cuando antes de la pandemia recibíamos más de 300 vehículos al día”, aseveró.

Las pérdidas que enfrenta este sector “nos están llevando a la quiebra. Nos hicieron comprar hologramas y no nos dejan venderlos, realmente es puro, para allá y nada para que los verificentros salgan adelante”, ratificó.