La Familia Michoacana tiene presencia en 55 de los 125 municipios de la entidad, lo que representa un despliegue en el 44% del territorio; el CJNG está en 31.
 

El Estado de México es un polvorín plagado de grupos de la delincuencia organizada. En él operan al menos 26 organizaciones delincuenciales, desde cárteles hasta células criminales, que han hundido a la entidad en la violencia y han convertido a los mexiquenses en víctimas permanentes del tráfico de drogas, homicidios, feminicidios, secuestros, extorsiones y robos, conforme datos oficiales.

La cartografía de los grupos criminales construida por autoridades de inteligencia del Gobierno mexiquense dista por mucho de los diagnósticos elaborados por la Federación. El pasado lunes, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) identificó a ocho organizaciones delincuenciales con operaciones en la entidad; en junio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) definió que eran sólo cuatro.

Información de fuentes de inteligencia estatales obtenida por Animal Político identifica a dos grandes cárteles en disputa por el territorio: La Familia Michoacana, con dominio mayoritario en el sur del estado -en colindancia con Guerrero, Morelos y Michoacán-, y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que pelea el control en el Valle de México, esto es, en los municipios que rodean a la CDMX, y en el oriente.

En total, La Familia tiene presencia en 55 de los 125 municipios de la entidad, lo que representa un despliegue en el 44% del territorio; el CJNG está en 31 municipios. Ambas organizaciones criminales disputan el dominio en 23 demarcaciones, en algunos casos sólo entre ellas dos, en otros, en enfrentamiento con más grupos delincuenciales. 

La pelea por la plaza entre los cárteles y las células criminales ha tenido efectos en la vida y seguridad de los mexiquenses. El gobierno local, encabezado por el priista Alfredo del Mazo, ha identificado que 20 municipios concentran el 72.5% del total de la incidencia delictiva estatal, por lo que son considerados focos rojos. En absolutamente todos ellos operan La Familia y/o el CJNG. Algunos de esos municipios son ya célebres por su incesante aparición en las secciones de nota roja de los medios: Ecatepec, Tecámac, Chalco, Chimalhuacán, Ixtapaluca, La Paz, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla o Nicolás Romero. 

El Edomex se ha posicionado como segundo lugar nacional por denuncias de extorsión, un delito que las agencias de inteligencia estatales atribuyen principalmente al cártel de La Familia Michoacana, liderado en la entidad por los hermanos Hurtado Olascoaga: Johnny, alias “El Pez” o “El Mojarro”, y José Alfredo, alias “El Fresa” o “El Feyo”. 

Según los informes a los que este medio tuvo acceso, La Familia controla el precio de productos como la carne de cerdo, la tortilla, el huevo, el jitomate y el pollo, y de materiales para el sector de la construcción. La mecánica consiste, según las fuentes, en extorsionar a pequeños empresarios para que compren los productos y bienes a proveedores específicos, presuntamente ligados al grupo criminal; además, se practica el “cobro de piso”. Los municipios más afectados por estos delitos son los ubicados al sur del estado.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hasta agosto de este año, el Edomex registró 2 mil 005 víctimas de extorsión, cifra superior a las 1 mil 577 de todo 2019 y a las 1 mil 010 de 2018. 

Otros delitos considerados de alto impacto también están al alza. En cuanto a homicidios dolosos, hubo 1 mil 902 víctimas hasta agosto de este año, casi la misma cantidad que las registradas en todo 2019 (1 mil 954), y casi el doble que las de 2018 (1 mil 160). Por narcomenudeo local se han abierto 2 mil 400 carpetas de investigación este año, contra 2 mil 531 del año pasado y 1 mil 279 de 2018.

El Edomex también ha mostrado incrementos en delitos del fuero federal. Por ejemplo, por posesión de armas de uso exclusivo del Ejército se han iniciado 663 carpetas de investigación hasta agosto de este año; en todo 2019 fueron 702, y en 2018, 553. También se han iniciado 234 carpetas por delitos contra la salud (narcotráfico), cifra que casi iguala la cantidad total de 2019 (245) y que ya superó la de 2018 (209). Por delincuencia organizada se han abierto 13 carpetas de investigación en 2020, 22 en 2019 y 14 en 2018.

Tráfico de droga, extorsión y secuestro

Las agencias de seguridad e inteligencia estatales tienen identificados a los cabecillas de cada grupo delincuencial, así como sus áreas de influencia y sus principales actividades criminales.

Además de La Familia y el CJNG, el Gobierno mexiquense ha detectado operaciones importantes del Cártel Nuevo Imperio -que surgió como una célula del Cártel de Sinaloa-, el Cártel del Golfo, Los Caballeros Templarios, Guerreros Unidos, Los Beltrán Leyva, Los Rojos, la Unión Tepito y la Fuerza Anti Unión (estas dos últimas surgidas en la Ciudad de México y que han expandido sus operaciones hacia las periferias urbanas del Valle de México, previamente disputadas por La Familia y el CJNG, lo que explica los elevados índices de violencia en esa región).

Existen otros 17 grupos delincuenciales dedicados indistintamente al tráfico de drogas, el robo al autotransporte, la extorsión y el secuestro: Los Rojos, el Cártel de Tláhuac, el Cártel del Centro, el Cártel del Sur, El Grupo, La Barredora, La Nueva Empresa y el Grupo del Comandante R10.

También Los Águila, Los Talibanes, Los Monterrey, Los 13, CJNGXL, Los Charales, Los Zotacos, Los Martincillos y una denominada “Célula Independiente”.

Según los informes de inteligencia, La Familia Michoacana sostiene una disputa por el control del territorio para el trasiego y venta de drogas, armas y municiones con el CJNG en el Valle de México y con la Unión Tepito y la Fuerza Anti Unión en el oriente. Las autoridades estatales tienen identificados a 10 líderes de La Familia.

El CJNG tiene como principal adversario al cártel de La Familia, a la que ha lanzado amagos de “limpia de plaza” mediante narcomantas. También tiene enfrentamientos con el Cártel de Tláhuac y la Unión Tepito -esta última dirigida por Rachif Castro y con operaciones en Tecámac, Ecatepec y Nezahualcóyotl, territorios dominados por el CJNG-. De acuerdo con los reportes a los que se tuvo acceso, este cártel coopta a “células independientes” o “fracciones” de otros grupos consolidados para extender su control territorial sobre el narcomenudeo, el secuestro, la extorsión y el robo de vehículos. El Gobierno estatal definió 13 objetivos del CJNG, incluyendo a dos cercanos colaboradores del fundador del grupo criminal, Nemesio Oseguera, “El Mencho”: Gonzalo Mendoza Gaytán, “El Rey Sapo”, y Juan Carlos Valencia, “El JP” o “El 3”.

El Cártel del Golfo tiene operación en los municipios de Amecameca, Tlalnepantla, Tecámac, Cuautitlán Izcalli y Naucalpan, zonas de influencia también del CJNG. Liderado por José Roberto Díaz Cornelio, “Comandante Pepe”, el Cártel del Golfo en el Edomex está integrado por personas provenientes en su mayoría de Tamaulipas, según los informes de inteligencia.

El grupo Guerreros Unidos, dirigido por Ángel Casarrubias Salgado, “El Mochomo”, tiene su zona de influencia en municipios sureños del Edomex (bastión de La Familia), como Valle de Bravo, Amanalco, Otzoloapan, Zacazonapan, Tenango del Valle, Ixtapan de la Sala, Tianguistenco y Xonacatlán.

La Fuerza Anti Unión, que dirige un sujeto identificado con el alias de “Boxer” o “Androide”, es vinculada por las autoridades mexiquenses al robo de autotransporte y la extorsión a transportistas, lo que representaría la principal fuente de financiamiento de la organización. Opera principalmente en Ecatepec, donde disputa el control de la extorsión y de la venta de drogas, armas y piratería con la Unión Tepito y La Familia Michoacana, de acuerdo con los reportes indagados.

Otro grupo delincuencial con presencia en el estado el Los Caballeros Templarios, liderado por Rodolfo Maldonado Bustos y/o José Pineda González, quien había sido jefe de plaza del CJNG, y que tiene presencia en los municipios de Aculco, Polotitlán, Jilotepec y Soyaniquilpan.

Complicidad entre la policía y los grupos criminales

Otro factor que ha abonado a la elevada penetración de los grupos del crimen organizado en el Edomex y al aumento de la incidencia delictiva es la colaboración de los agentes policiacos con los presuntos delincuentes.

La Secretaría de Seguridad Pública estatal, a través de la Unidad de Asuntos Internos, ha abierto 3 mil 874 expedientes en contra de agentes por actos de corrupción, especialmente por nexos con organizaciones criminales, en los tres años de la administración de Del Mazo.

De ese total, 1 mil 580 han derivado en carpetas de investigación de la Fiscalía estatal. Al menos en 10 casos se ha obtenido la vinculación a proceso contra elementos policiales por su participación en secuestros, extorsiones y homicidios, de acuerdo con información oficial. 

Uno de los casos más recientes está relacionado con el asesinato de Adrián Menes Cortés, “La Hormiga”, presunto operador del CJNG. La Fiscalía descubrió que fue “levantado” por dos agentes estatales, quienes ya fueron sentenciados y encarcelados.

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