Ciudad de México, 2 de octubre de 2025 — Una caravana migrante conformada por aproximadamente mil 500 personas partió desde Tapachula, Chiapas, con destino a la capital del país. Su principal exigencia es la regularización migratoria que les permita acceder a empleos formales y a mejores condiciones de vida.
Demandas principales
Los migrantes acusan que las instituciones encargadas de los trámites, como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y el Instituto Nacional de Migración, han rechazado o demorado excesivamente sus solicitudes. Señalan que los procesos para obtener visas humanitarias o residencia pueden tardar meses, aun cuando la ley establece plazos más cortos.
Además, denunciaron actos de corrupción en los que se les pedían sumas elevadas de dinero para agilizar entrevistas o trámites. También mencionaron la dificultad para obtener documentos básicos como la CURP, lo cual les impide acceder a empleo, salud y educación en condiciones legales.
Condiciones laborales y motivaciones
El grupo está integrado por personas de Guatemala, Honduras, Venezuela, El Salvador, Haití, Cuba y otros países. Muchos de ellos aseguran que no buscan llegar a Estados Unidos, sino establecerse en México si logran regularizar su situación.
Algunos relataron que en empleos informales llegaron a percibir apenas 120 pesos diarios, en jornadas largas y sin derechos laborales, lo que los empuja a exigir acceso a un trabajo digno.
Respuesta de las autoridades
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México afirmó que se dará seguimiento al arribo de la caravana y que se brindará asistencia humanitaria. También señaló que se buscarán mecanismos para que los migrantes puedan optar por regresar a sus países o permanecer en México bajo un esquema de regularización.
El Gobierno federal, por su parte, reiteró que la política migratoria del país se basa en un enfoque humanista y que existe coordinación entre distintas dependencias para atender a quienes participan en este tipo de caravanas.
Retos y perspectivas
Los migrantes enfrentan un trayecto largo y lleno de riesgos, como asaltos, pérdida de documentos y agotamiento físico. A pesar de ello, mantienen firme su exigencia de ser reconocidos legalmente para poder integrarse al país en condiciones de dignidad y justicia.