Mientras que un grupo de restauranteros capitalinos y de la zona conurbada evalúan si hoy reabren para dar servicio en mesas, otros ya están dispuestos a hacerlo, a pesar de que las autoridades lo prohibieron para evitar contagios de Covid-19.

Restauranteros que lanzaron un llamado de emergencia a los gobierno de la Ciudad de México y del Estado de México precisaron que su reapertura es un acto de desesperación debido a la situación económica en que está el gremio, ya que sus ahorros se agotaron y no quieren pedir más préstamos.

Roberto Alvarado del restaurante La Cocina del Tras, ubicado en Santa Fe, aclaró que se reabrirría no como un gesto de rebeldía -como lo tomarán las autoridades- sino como un acto desesperado frente a la crisis económica que enfrentan junto con sus empleados.

Reconoció que de parte de las autoridades hay buen acercamiento y cualquier tipo de apoyo se agradece, pero debe ser más agresivo para un problema tan grave, como el actual, y es que, ejemplifica, no se puede llegar al hospital con dolores por labores de parto y a la paciente le den una aspirina.

Como su restaurante se han sumado otros a la campaña #abriromorir con la que pretenden poner la mesa de nuevo. Es el caso de la cadena Fisher’s, El Coshiloco, Mercaderes, Gallo Cervecero, las sucursales de Estoril y Potzolcalli.

En su caso, Alvarado, dijo que evalúa abrir o no hoy, pues quiere esperar hasta lo último para ver si hay conciencia de las autoridades.

Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, advirtió que aplicará multas a los negocios de ese giro que abran, porque les recordó que el semáforo epidemiológico de Covid-19 para la capital del país sigue en rojo.

Incluso convocó a los ciudadanos a no asistir a estos lugares mientras la ciudad se encuentre a su nivel máximo de hospitalizaciones pues es una de las principales medidas para evitar los contagios masivos ya que está comprobado que en los espacios cerrads hay más probabilidad de enfermar por Covid-19.

Pos su parte, Fernando Saucedo, vocero de otro grupo de restauranteros y director general de IHOP, dijo que hay un sector de dicho giro que está cansado de esperar algo concreto de parte de las autoridades, las cuales no les han dado una fecha de cuándo podrán reiniciar operaciones, por lo que algunos planean hacerlo hoy.

A las amenazas de la jefa de Gobierno, explicó que la situación es que si no los dejan abrir, desafortunadamente se tendrá que cerrar en su totalidad, porque ya no alcanzan los ahorros para seguir con el pago de los gastos, particularmente, los de nómina y renta de los locales.

“Hay gente que dice si no nos dejan abrir, finalmente nosotros lo vamos a tener que hacer, porque de que me cierren a que tenga que cerrar yo, prefiero que me cierren”, expresó Saucedo.

Precisó que no piden que su giro sea considerado actividad esencial, lo cual no depende del gobierno capitalino e informó que en otras entidades, a pesar de que están en semáforo rojo, se ha permitido la apertura de restaurantes con mayores restricciones y eso es lo que se busca.

Expuso que un planteamiento que se hizo a las autoridades es reducir más el aforo de los comensales hasta llegar a 25 por ciento, porque si con los porcentajes anteriores, de 30 y 40 por ciento, había espacio suficiente entre mesas con la propuesta de la cuarta parte la separación se amplia y no se correrá ningún riesgo.