Son las 6 de la tarde con 31 minutos del 18 de enero pasado. Cámaras del C5 captan una camioneta de redilas avanzando a toda velocidad por Río San Joaquín, en la Ciudad de México.

Unos minutos después se observa que el vehículo de carga está volcado y cuatro personas buscan algo en la cabina.

Uno de ellos parece ser el conductor. Va y viene hasta que se agacha hacia la cabina y saca lo que, posteriormente se supo, eran sus documentos. Es la última vez que se le vio.

La camioneta transportaba 557 kilos de cocaína, los cuales habían sido adquiridos ese día por el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El 4 de febrero, la Policía capitalina y la Secretaría de la Defensa Nacional, incautaron 803 kilos de cocaína en un domicilio de Coapa, al sur de la Ciudad de México, donde también fueron detenidas dos personas.

De acuerdo con las investigaciones, la droga le pertenecía a Elpidio “Don Pilo”, un narcotraficante independiente que  hace una década operó para los hermanos Óscar y Juan Carlos  Nava Valencia, del Cártel del Milenio.

Un día después, la Fiscalía General de la República (FGR) decomisó 800 kilos de cocaína, ahora en el municipio de Nezahualcóyotl, al oriente de la capital.

Nuevamente, la droga era de “Don Pilo”, quien pelea contra Nemesio, el “Mencho” en Jalisco y Colima.

En septiembre de 2012, el hermano de “Don Pilo”, Benjamín, fue arrestado en Tonalá, Jalisco y desde entonces se encuentra en prisión.

Finalmente, este martes, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y el Ejército incautaron otros 60 kilos de este alcaloide en la colonia Narvarte, donde otro sospechoso fue capturado.

En total suman 2.2 toneladas de cocaína decomisadas en estos hechos de Río San Joaquín, Neza, Coapa y Narvarte, lo que representa el 30 por ciento de todo lo incautado en México, en 2020.

Según datos de la Sedena, el año pasado fueron 7.3 toneladas mientras en 2019 fueron 5.8.

Algunos de los paquetes fueron empacados, inclusive, con un letrero de COVID-19, solo para distinguirlos de otros cargamentos, según las autoridades.

El valor de la cocaína en poder de las autoridades rondaría los 780 millones de pesos.

Por ello, tanto autoridades capitalinas como de Jalisco y Colima, donde “Don Pilo” y el cártel de Jalisco Nueva Generación tienen su base de operaciones, se encuentran en alerta por posibles represalias.