Imágenes satelitales procesadas por el geógrafo Guillermo Tamburini registraron un derrame de crudo de otra de las plataformas de la zona. De acuerdo con lo expuesto en un comunicado, el derrame inició el 4 de julio y tres días después ocurrió el incendio.

“A pesar de la considerable extensión del derrame, que al 12 de julio se extendía aproximadamente 400 kilómetros cuadrados -más del doble del área que ocupa la ciudad de Guadalajara-, las autoridades no han dado aviso alguno sobre las causas y consecuencias del mismo”, indican las organizaciones.

“La completa opacidad con la que se ha manejado este derrame resulta preocupante frente a la posibilidad de que sea una muestra de otros incidentes similares que pasan sin ser cuantificados y sin registro de atención”, añade el comunicado.

De acuerdo con las instituciones, en los últimos dos años se ha registrado un aumento de 152 por ciento en la frecuencia de “accidentes” de Pemex. Este derrame, agregaron, al igual que el incendio de la semana pasada, son siniestros inherentes a la extracción y manejo de combustibles fósiles.

Hasta el momento, Pemex no ha dado una postura al respecto.