Al menos 10 personas resultaron lesionadas en un enfrentamiento con tubos y palos de autoridades y vecinos de los municipios Jaltenco y Zumpango por los límites territoriales entre ambas demarcaciones. Los servidores públicos de Zumpango se valieron de un grupo de golpeadores para arremeter contra los de Jaltenco, incluida la alcaldesa Rosario Pay-ne Islas.

El zafarrancho se suscitó ayer por la mañana, cuando autoridades municipales de Zumpango arribaron a la zona limítrofe con Jaltenco para continuar con una obra de rencarpetamiento del bulevar Vicente Guerrero, y develar una placa que rezaba “Bienvenidos a Zumpango”. La obra comenzó hace tres sema-nas, en una zona que los dos municipios dicen poseer.

Al darse cuenta de la invasión, cientos de pobladores de Jaltenco, encabezados por su presidenta municipal, salieron a defender el territorio y acudieron a la región, pero los recibió un grupo de golpeadores de Zumpango, armados con piedras y palos.

La alcaldesa Payne Rojas aseguró que fue agredida y que una grúa remolcó su auto aunque ella estaba dentro del vehículo.

Luego de la riña, los vecinos de Jaltenco se replegaron y se dirigieron a bloquear el llamado “camino viejo”, donde instalaron dos retenes; asimismo, a partir de la una de la tarde, impidieron el paso sobre ambos sentidos del Circuito Exterior Mexiquense, a la altura del kilómetro 16, donde colocaron piedras, palos, llantas y ramas.

Servidores públicos de Jaltenco afirmaron que el conflicto de límites territoriales es dirimido en la Comisión de Límites Territoriales del Congreso mexiquense. Sostuvieron que el pasado 10 de agosto se reunieron con autoridades estatales y de Zumpango, con quienes acordaron que el alcalde de este municipio, Miguel Ángel Gamboa Monroy, se abstenga de realizar obras en la franja en conflicto, retire a la gente armada y nombre a un intermediario.

Rosario Payne expuso que, sin embargo, esto no ha sido respetado por su homólogo de Zumpango, a quien acusó de desestabilizar al pueblo de Jaltenco y utilizar golpeadores con armas para amedrentar a la población.

Unos 300 elementos antimotines de la policía estatal y un centenar de efectivos de la Guardia Nacional se trasladaron al sector en conflicto para evitar mayores riñas. Además, 150 uniformados se desplazaron a la zona del Circuito Exterior Mexiquense bloqueada, donde pidieron a los manifestantes que se retiraran. La movilización continuaba al cierre de esta edición, luego de más de ocho horas.