Ante el aumento de la clandestinidad en la celebración eventos sociales como bodas, XV años y bautizos, entre otros actos masivos, el sector de salones de fiestas y jardines del Edomex y la Ciudad de México urgieron a las autoridades estatales a definir cuándo y bajó qué protocolos se llevará a cabo la reapertura de estos lugares que registran pérdidas cercanas a los mil 500 millones de pesos desde el inicio de la pandemia del COVID-19.
En conferencia conjunta, las asociaciones Empresarial de Eventos Sociales del Estado de México, de Recintos y Banquetes de la Ciudad de México, de Salones y Jardines para Eventos del Estado de México y de Jardines y Salones de Tepotzotlán, lamentaron que, hasta ahora, las secretarías de Gobierno y de Desarrollo Económico no hayan establecido el momento en que se les permitirá reabrir a estos negocios, a pesar de que ellos cumplieron con la presentación de un protocolo sanitario que permita el funcionamiento de estos negocios, sin que se ponga en riesgo a los asistentes.
El presidente de la Asociación Empresarial de Eventos Sociales del Estado de México, César Gómez Valdés, señaló que la falta de certidumbre ha provocado que alrededor de 73 por ciento de los eventos que se habían contratado antes de la pandemia y que tuvieron que ser pospuestos por esta emergencia sanitaria, hayan sido cancelados completamente y que los clientes hayan pedido su reembolso y con el resto se enfrenten algunas problemáticas, pues consideran que los dueños de los salones de fiestas los están defraudando con su dinero.
Mencionó que la mayoría de las cancelaciones han sido provocadas porque no existe una homologación sobre la reapertura a nivel nacional, ya que en estados como Querétaro y Morelos está permitido, lo que ha hecho que algunas personas lleven sus eventos a estas entidades, mientras que, en algunos municipios mexiquenses como Metepec, Toluca, Zinacantepec y Valle de Bravo, las autoridades locales han aligerado las medidas de vigilancia, por lo que, aunque no está permitido, estos lugares están funcionando.
Indicó que al sector le interesa que esta reapertura pueda ocurrir antes de noviembre y diciembre, donde se contratan cerca del 40 por ciento de los eventos de todo el año y que, de no llevarse a cabo, ocasionarían la quiebra técnica del 90 por ciento de los lugares de este tipo, además de que profundizaría la pérdida de empleos que, hasta ahora, alcanza al 30 por ciento de los 120 mil trabajadores que laboran en este sector.
Agregó que, en caso de que se dé la reapertura, estos lugares trabajarían únicamente con el aforo permitido y respetando las medidas de sana distancia, con la intención de reactivar al sector, del que dependen también otros gremios como el de alimentos y bebidas, pastelería, decoración, mobiliario, iluminación, floristas, de ambientación, recuerdos, video, fotografías, imprenta, entre otros.