Luego de identificar el abandono inadecuado de residuos peligrosos biológico infecciosos (RPBI) en el municipio de Nicolás Romero, Estado de México, autoridades ambientales iniciaron una investigación para dar con los responsables.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), informó que los residuos provenían de unidades hospitalarias, ya que había “ropa quirúrgica, sondas con suero, así como gasas impregnadas de sangre, placentas, frascos de vidrio, lancetas punzocortantes, tubos de ensayo de laboratorios, y cajas de petri donde se manejan medios y cultivos de laboratorio”.
Señaló que la delegación de Profepa en la Zona Metropolitana del Valle de México recibió una denuncia sobre el hallazgo de residuos hospitalarios abandonados en el municipio de Nicolás Romero, ubicado en el centro-norte del Estado de México.
Puntualizó que tras realizar la visita de inspección a los parajes de Las Cebadillas y El Cabro, los inspectores encontraron en el primer sitio “un montículo incendiado en una superficie de 30 metros cuadrados, en donde aún se observaron bolsas rojas con leyenda y símbolo universal de riesgo biológico”, que contenían cepas y cultivos, calcinados en un 98 por ciento.
Precisó que el segundo paraje, encontraron residuos peligrosos biológicos infecciosos no anatómicos como sangre, patológicos, punzocortantes, patológicos y cepas, que estaban incendiados y calcinados en un 70 por ciento.
La dependencia aseguró que al recorrido asistió el presidente municipal de Villa del Carbón, así como dos funcionarios del municipio de Nicolás Romero, a quienes se les recomendó “acordonar el área y buscar una empresa transportista, así como otra para su tratamiento y/o disposición final adecuada, además de implementar las acciones pertinentes para garantizar la salud de los pobladores”.
Profepa puntualizó que dará seguimiento y realizará las investigaciones para determinar quiénes pudieran ser los responsables y, en su momento, presentar la denuncia penal correspondiente.