Ciudad de México. La economía mexicana crecerá 0.4 por ciento en el 2025 como resultado del debilitamiento de la demanda interna, sobre todo del consumo, la inversión y de un menor flujo de remesas, determinó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En el «Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2025», que es el último informe del año de la Cepal, el cual es presentado esta mañana por José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo del organismo, destaca que en el 2026, la economía mexicana crecerá 1.3 por ciento en medio de posibles choques externos derivados de la política comercial, financiera y migratoria de Estados Unidos.
Bajo ese entorno, México será el país de menor crecimiento económico en América Latina y el Caribe en el 2025, seguido por Bolivia que se expandirá sólo 0.5 por ciento.
En tanto, las economías de Tahití y Cuba retrocederán 2.3 y 1.5 por ciento, respectivamente, mientras que el contraste lo aportará en el Caribe, Guyana, con una expansión de 15.2 por ciento en el 2025.
En América Latina, la expansión será de 2.3 por ciento en el 2025, y los países que tendrán los mayores crecimientos son: Venezuela (6.5 por ciento) y Paraguay (5.5 por ciento).
“Las economías de América Latina y el Caribe continúan en una senda de crecimiento económico bajo y se espera que las principales fuentes de expansión que son el consumo privado y la demanda externa pierdan dinamismo en el 2026”, advirtió la Cepal en sus análisis.
Sin embargo, para ese año, Cepal prevé que México crezca 1.3 por ciento, mientras que América Latina tendrá un impulso de 2.2 por ciento.
En el documento, la Cepal analiza el desempeño económico de la región en un contexto de bajo crecimiento, incertidumbre global y limitaciones internas.
Menciona que la inflación sigue a la baja, lo que permite políticas monetarias menos restrictivas, aunque persisten brechas laborales de género y altos niveles de informalidad.
Las cuentas externas presentan déficits moderados pero estables, con vulnerabilidades relacionadas con la dependencia de exportaciones primarias y crecientes pagos de intereses.
Para superar esta “trampa” de bajo crecimiento, la Cepal recomienda implementar políticas coordinadas que combinen sostenibilidad fiscal, mayor inversión, estabilidad monetaria y desarrollo productivo.
Además, se enfatiza la necesidad de fortalecer la gobernanza y a las instituciones para garantizar la continuidad de las reformas.
La Cepal considera que con estas medidas, la región podrá avanzar hacia un desarrollo más inclusivo, productivo y sostenible.
















