Los artesanos reboceros de Tenancingo, Estado de México han podido paliar la caída en la venta de sus tradicionales prendas, gracias a la elaboración de cubrebocas; una prenda imprescindible en la crisis sanitaria por la que atraviesa el mundo.
Carlos Serrano es una artesano que se dedica a la fabricación del rebozos desde hace 20 años y debido a la caída en las ventas de sus artesanías, recurrió al ingenio mexicano y a partir de su oficio innovó sus diseños y la funcionalidad de los rebozos, fabricando cubre bocas con tejidos hechos en telar de cintura.
Carlos cuenta que le vino a la mente esta idea cuando comenzó a escuchar que no había insumos, y pensó ¿por qué no hacer cubrebocas de rebozo?. Así comenzó a fabricar muestras, pero al darse cuente de que requería mas protección, empezó a elaborarlos con pellón quirúrgico como entretela.
«De los mismos rebozos cortamos a la medida los cubrebocas y los cosemos a pellón quirúrgico, le agregamos el resorte y lo ponemos a la venta”, explicó. Carlos presume que sus productos tienen las medidas y materiales que solicitan las autoridades sanitarias, pero ademas, los telares son de madera y se trabaja a mano, lo que los convierte en un productos artesanales y de calidad.
Carlos agradece al Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías de Estado de México (IFIFAEM) por rescatar y promover las tradiciones mexicanas más arraigadas de los artesanos de Tenancingo y por ayudarle a comercializar sus cubrebocas, con los cual puede continuar teniendo un ingreso.
El IIFAEM te invita a comprar tu cubrebocas hecho por manos de artesanas y artesanos mexiquenses, son confeccionados con lienzos de rebozo, bordados mazahuas y tela quirúrgica
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