Realizar un operativo contra la tala ilegal en la zona boscosa de la Ciudad de México moviliza más de 80 elementos y una decena de vehículos de varias dependencias y corporaciones locales y federales que llegan a recorrer hasta 70 kilómetros de caminos y brechas que cruzan parajes de varias alcaldías y municipios de los estados de México y Morelos, en jornadas que llegan a prolongarse hasta 15 horas.

Ayer, en un operativo en la zona conocida como Punto Trino, donde convergen los límites de las tres entidades y es considerado el más conflictivo, después de cinco horas de recorrido y seis sobrevuelos de dron se detectó una camioneta de plataforma que los taladores abandonaron al descubrir que se aproximaba el convoy.

En el paraje El Desparramadero, perteneciente a los bienes comunales de San Miguel Topilejo, en Tlalpan –área devastada en la que se observa pedacería de troncos esparcida a uno y otro lado del camino–, los taladores derribaron media docena de árboles en un radio de unos 300 metros y lograron sacar la mayor parte de la madera antes de que llegara el operativo.

Para impedir el aseguramiento de la camioneta, con matrícula del estado de Guerrero, los taladores la inhabilitaron al retirar el módulo de la alarma, lo que hizo imposible encenderla y debió quedarse en el mismo punto.

El convoy comenzó a formarse al medio día en un punto de la alcaldía Tlalpan, que salió casi una hora después hacia Punto Trino con tres unidades de la Guardia Nacional al frente, una de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, una de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina, una con personal de Vigilancia Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente, cinco de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), y dos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Pasadas las 16 horas, brigadistas de Corenadr que iban en una camioneta de redilas detuvieron el convoy al detectar entre el bosque cuatro durmientes de un oyamel recién talado que debió tener unos 30 metros de altura y que dan cuenta de la habilidad de los taladores para trabajar la madera con la sierra, sin tener que llevar el tronco al aserradero.

En el operativo se hizo la revisión de varios vehículos para combatir otros delitos, como la extracción de recursos forestales como tierra y vara en perilla, cacería furtiva e incluso robo de vehículos y secuestro.

Alrededor de las 21 horas, después de continuar por brechas con la intención de buscar a los taladores del paraje El Desparramadero, sin éxito, el convoy salió al pueblo de Parres el Guarda, donde concluyó el operativo.