En la actualidad, los automóviles han ganado terreno en la movilidad de los ciudadanos, por lo que el Tren Suburbano busca recuperar la confianza entre sus usuarios respecto a que este sistema de transporte masivo no representa un “clúster de contagio” de COVID-19, aseguró Max Noria, director de Comercialización y Administración de Riesgos de Ferrocarriles Suburbanos.

La semana pasada, el Tren Suburbano obtuvo el Certificado de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), luego de una auditoria rigurosa de los protocolos sanitarios implementados en sus instalaciones y trenes para mitigar el virus SARS-CoV-2.

“La acreditación se hará de manera trimestral, de lo contrario, nos retirarán el certificado”.

Max Noria precisó que en abril y mayo su aforo disminuyó 80 por ciento; actualmente mantienen una pérdida de 53 por ciento, con un promedio de 90 mil personas que se mueven todos los días a través de este sistema, frente a los 195 mil que lo usaban antes de la pandemia.

Todos los usuarios que no están recibiendo representan pérdidas económicas importantes para la empresa.

Puntualizó que 26 por ciento de sus pasajeros son estudiantes y 14 por ciento burócratas, dos sectores con los que no contarán hasta el próximo año. “Pero con el 18 por ciento restante, tendremos que trabajar para recuperarlo poco a poco. En estos momentos los automóviles particulares están recuperando terreno, pero esto también genera conflictos de contaminación ambiental, auditiva, visual, enfermedades de las vías respiratorias y congestionamiento vial”.

No obstante lo anterior, Jorge Velasco Hernández, especialista del Instituto de Matemáticas de la UNAM, dijo que se deben tomar medidas estrictas en el transporte público, pues los patógenos se mueven más en estos medios.

Explicó que en un espacio cerrado, con muchas personas, la capacidad infecciosa es mayor.

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