En el Estado de México, repuntó un 14% el robo de combustible –ductos- o tomas clandestinas, ubicándose por este ilícito en el tercer lugar nacional, sólo después de Hidalgo y Jalisco, los cuales ocupan el primer y segundo sitios, respectivamente.

Así lo dio a conocer, Jorge Luis Pedraza Navarrete, presidente de la Asociación de distribuidores de Gasolina y Lubricantes (Adigal), al referirse a un informe que dio a conocer una empresa poblana sobre el robo de combustible en ductos a nivel nacional, el cual se registra principalmente en las zonas norte y oriente de la entidad, porque en el valle de Toluca la gasolina ya no llega por ductos.

“Estamos hablando de un fenómeno que se sigue acrecentando y que es de Petróleos Mexicanos (Pemex), aunque sí estamos preocupados, porque cuando ese combustible llega a un mercado como el nuestro se ve un problema de precios, porque se ofrece más barato”, externó.

Se trata, explicó, de todo un mercado ilegal que es sustraído ilegalmente de los ductos, y que afecta a los empresarios formales.

En tanto también comentó sobre la iniciativa de ley que presentó el Grupo Parlamentario del PRI en el Congreso local, la cual consiste en modificar la ley 287 del Código Penal para establecer el robo de la gasolina como un ilícito calificado y no simple, como se tiene actualmente.

“Con esta iniciativa consideramos que vamos a acabar con el delito de cargas y te vas o el robo hormiga que teníamos, porque ahora con el amparo de la ley vamos a tener toda la fuerza para que se castigue a las personas que cargan combustible, pero no la pagan. Afortunadamente, el diputado Braulio Álvarez le metió tiempo y ganas, por lo que ahora esperamos que la aprueben en comisiones y pueda convertirse en una realidad”, subrayó.

Con este tipo de esfuerzos, añadió, “¡decimos ya no más!”, porque una vez que entre en vigor la nueva normatividad el castigo para quien no pague el combustible y se vaya, será de tres a 10 años.

Finalmente, sostuvo que bajo este esquema de robo llegan a registrar 10 o 12 casos los fines de semana en el valle de Toluca, los cuales pueden representar 2.5 millones de pesos.