Según los datos de la Ssa, las entidades donde se han atendido más personas por depresión, hasta la semana 32 de este año, son Ciudad de México, con 15 mil 15 casos; el Estado de México, con nueve mil 11; Jalisco, con 6 mil 267; Chihuahua, con cuatro mil 606; Veracruz, con cuatro mil 506; Guanajuato, con cuatro mil 62, y Tabasco, con tres mil 995 casos.

Según los datos de la Secretaría de Salud, hasta la señalada semana 32 de este año se habían registrado 274 casos de lesión autoinfligida intencionalmente por ahorcamiento; mientras que en el mismo periodo se tuvo un registro de cuatro mil 281 casos de historias de lesiones autoinfligidas intencionalmente. De esa suma, en mil 159 casos quien intentó el suicidio fue una mujer; mientras que en tres mil 122 casos quien llevó a cabo el intento fueron hombres. A esos datos deben añadirse mil 33 casos de “otros síntomas y signos que involucran el estado emocional (ideación suicida)”. De esa suma, 310 casos fueron de mujeres y 723 de hombres.

En México, la depresión es una enfermedad que, a pesar de su extendida presencia, se mantiene relativamente invisibilizada como un problema severo de salud pública. Millones de personas han vivido algún evento de depresión a lo largo de su vida. En efecto, el INEGI documentó que en 2017 había al menos un 33% de personas que declaraban haber pasado por un episodio así en sus vidas. Asociado a lo anterior, el otro grave problema es que es un padecimiento que se diagnostica poco; y que se trata adecuadamente por personal médico especialista todavía en menor medida. Es urgente que el Sector Salud haga mucho más en la materia y que en todos los hospitales y clínicas del país, pero también en otros espacios, como las escuelas, se cuente con personal que contribuya a una mejoría de la salud mental.